Texto por: Pablo Lacroix
DEL POEMARIO
“DER GOLEM”
(2011, Etcétera Ediciones, Concepción)
Y la imagen
de la piedra
que parece
un pedazo de grasa
crece
monstruosamente en mi mente.
El Golem: Gustav
Meyrink
Toma mi mano, este hueso que estará un día
podrido.
Apriétala, ponla sobre tu corazón mientras dura
la noche.
Mahfud
Massis
Tomás Harris
Ceniza
nocturna
Ese rostro en parto prisionero
la muerte del fragmento calcinado
por tus ojos
lo dulce de esta sarna que disipa
mi plumaje
Muerdo el Silencio/ los abanicos/
las caricias del pantano
los recuerdos cadavéricos/ muerdo
danzas cristalinas
de fantasmas melódicos que
bailaron sobre vísceras
reflejadas en mi espejo deprimidos
por la culpa
He castrado tu sonrisa como
plumero ensangrentado
y el silencio malgasta el cigarro
de esta noche
la ceniza es liendre estática, el
alquitrán un pacto venéreo
en esta suave brisa de otoñales
páginas
Sangre llueve en esta lánguida
nocturna
caderas suicidas bajo el sarro de
tu sombra
son el mismo sarro que sepultará
mi estirpe
en noches corroídas por tus
mordeduras eclipsadas
tras los ojos de los ojos de una
córnea pervertida
Conversación con el abismo
He fermentado el amor con los muertos
he conformado larvas platónicas bajo tus dientes
mientras mis fauces invocan la tumba con tu nombre
Borracho huracanado
despierto entre velas vírgenes que sudan estropajos
despierto mi trascendencia negra-prehistórica
que por meses tormentosos ha bebido sonámbula
He transformado tus labios abisales
en tumultos de escoria, sangre y un gemido
asesinando la discordia de perderte entre delirios
/recuerdo
tu muerte como sueño de alacranes
Cubo de sangre
Hay un cubo de sangre que no se coagula. Hay un
cubo, aquí dentro que no me permite mover las piernas, atrofia mi cerebro; lo
encarcela.
Hay un artefacto, interóseo, invisible,
agitante, destructivo, pérfido… un demonio. Hay una voz, que sofoco, que
intento apagar, un espacio intranquilo que revive y colapsa, que me colapsa y
vivo.
Hay un duende, un Golem, un gnomo, un elfo, un
mutante, un ogro, un leviatán, un toro; un ser multiforme que se arriesga y no
me arriesgo, que me vence y no me venzo, que me humilla y me humillo. Hay un
cubo, un artefacto de sangre, prehistórico, desde siglos, luchando por mi
caída, aquella que no cumplo.
Hay un cubo, un ogro de sangre, un artefacto de
elfo, un leviatán con cuernos de toro. Hay algo, un motivo, un clímax, una
pre-existencia, una lectura, una mirada, un beso y una mejilla, un pasado y un
futuro, un presente coagulado, un demonio arriesgado… un Golem mutante. Hay un
gnomo con ojos de duende, un pérfido con voz, un agitante multiforme, un siglo
sin caída. Hay un cerebro, una cárcel, una pierna en gangrena, un exilio que me
vence, una lucha bajo mi carne.
_____________________________
*** El poema Cubo de Sangre recibió el año 2010 mención honrosa en el concurso regional de poesía y cuento Desde el Corazón de O´higgins, editorial Arte Gráfica.
*** El poema Cubo de Sangre recibió el año 2010 mención honrosa en el concurso regional de poesía y cuento Desde el Corazón de O´higgins, editorial Arte Gráfica.
Desencadeno
Me muero para que tú mueras, Cubo sin sentido, me separo de esta muerte para extinguir el mundo
del estropajo y las velas vírgenes, para reaparecer de las cenizas que
derrumbaron mis noches. Me muero y te sepulto, dejaré de beber sangre, dejaré
de formar coágulos de agonía, fermentaré cicatrices que destrocen tu derrame.
Me quito esta no-vida para fallecer deslenguado, quitarme la etiqueta de
no-muerto y borrar de mi esqueleto la obligación de ser hombre. Vomito todas
las venas que provocaron la pérdida, elimino el corazón que generó que esta
rabia fluya, fluya y fluya el plasma de mis temores malentendidos.
Estoy en mi proceso, voy en tu búsqueda, me reconstruyo. Y
recordaré en mi sarcófago que mi nombre es DER
GOLEM, que he dejado de ser hombre para ser Carne del Poema.
Texto por: Pablo Lacroix
No hay comentarios:
Publicar un comentario